lunes, 16 de junio de 2014

Mundo Bipolar.

La expresión mundo multipolar particularmente designa y caracteriza el tipo actual de sistema internacional, en oposición al mundo bipolar de la guerra fría, este último destacando y potenciando la oposición entre los Estados Unidos y la URSS como las únicas y verdaderas superpotencias mundiales hegemónicas de la segunda mitad del siglo XX.
En el rango actual de potencias poderosas con notoria visibilidad internacional, continúa sobresaliendo Estados Unidos, aunque la lista se alarga además con Unión Europea, China, Japón, y Rusia, así como también con destacadas potencias regionales tales como India, Brasil, Turquía, Corea del Sur, Israel,  Sudáfrica, y Argentina. 



Principales focos de poder en el siglo XXI

Estados Unidos de América
Los EEUU son la primera potencia económica mundial  (y segunda si se cuenta la Unión Europea). EEUU es miembro de la OTAN, tiene un poderío militar incuestionable, y además es un importante actor comercial y cultural.
Y la supremacía estadounidense también se manifiesta muy especialmente en el sector financiero y en los asuntos monetarios.
Los Estados Unidos continúan ocupando el primer lugar en cuanto a influencia política y a diplomacia, a pesar de la notoria pérdida de terreno en esta materia respecto de la situación imperante en el siglo XX (debido al surgimiento de destacados actores en Asia, y además como consecuencia de la progresiva unificación y coordinación de Europa en asuntos de política exterior).
Los estadounidenses no están aún muy habituados a este mundo multipolar, lo que les ha llevado a cometer errores, y lo que ha generado y genera un buen número de críticas respecto de su política internacional, con frecuencia calificada más o menos despectivamente de (Actuación como gendarme del mundo). 

Unión Europea
Primera potencia económica mundial (31% del PIB global) y comercial, la Unión Europea no logra totalmente tener una influencia política en la escena internacional acode a su rango; las divergencias de puntos de vista de los estados europeos en cuestiones importantes, como por ejemplo la Guerra de Irak, con cierta frecuencia impiden alcanzar una posición común.
No obstante, ciertos signos positivos permiten esperar alguna evolución en esta materia. 

En efecto, una posición común de la Unión Europea, bastante monolítica, en relación a cuestiones de actualidad como Irán o como Libia, junto a la voluntad expuesta por Francia de tomar la defensa de Europa como una cuestión mayor del gobierno encabezado por Nicolas Sarkozy, dan que pensar respecto de que avances significativos podrían concretarse en los próximos años.

República Popular de China

Con un crecimiento de cerca del 10 % anual, China es parte del grupito de países emergentes, que pretenden y anhelan un lugar de destaque en la escena internacional.
Miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU (Organización de las Naciones Unidad), China aspira hacer pesar su potencialidad (económica y demográfica) en el plano internacional.
Exhibiendo una tímida alianza con Rusia, con quien comparte la aspiración de ver reducida la influencia americana, China no puede, en el momento actual, prescindir de sus relaciones económicas con occidente.
China trata de fortalecerse y de liberarse, para mantener una mayor independencia respecto de los posibles condicionamientos o presiones de otros estados. Y las relativamente recientes presiones de Europa en cuanto a su política de derechos humanos, así como la gestión de la crisis tibetana contemporánea de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, la refuerza respecto de este objetivo.
Con unos 1350 millones de habitantes, en varios aspectos China es sin duda un país de primer plano, al que conviene prestar atención.

Japón

Muy destruida durante la Segunda Guerra Mundial, Japón consiguió desarrollarse gracias a una decisiva ayuda americana, y gracias a una eficiente y estricta gestión económica interna.
Actualmente un importante aliado de Estados Unidos, Japón fue por mucho tiempo la tercera potencia económica mundial (y la segunda si se consideran en forma separada a los países europeos), pero al igual que Europa, su influencia política y diplomática no está a la altura de esa fortaleza económica.
Japón es candidato a ocupar un sitio permanente en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (Japón integra el llamado Grupo de los cuatro junto a Alemania, India, y Brasil, y los cuatro tienen la misma aspiración). Este anhelo de Japón es apoyado por Estados Unidos, aunque no lo es por China.
Japón es sin duda un socio comercial muy importante en todo el este de Asia, y juega un rol preponderante en la economía mundial.

Rusia

Antigua superpotencia mundial, algunos de los países integrantes de la ex-URSS comienzan a tener una potencialidad y un dinamismo comparable al que tenían antes de la caída del Muro de Berlín.
Primer proveedor de gas natural y segundo exportador de petróleo, Rusia juega un rol importante y clave en cuanto a la seguridad energética mundial.
La evolución del precio del petróleo en estos últimos años, contribuyó por cierto a la recuperación económica de Rusia.
Pero antes muy unida a los países de Europa del Este a través del Pacto de Varsovia, aún no se resigna a aceptar su pérdida de influencia en esa zona, que cambió en provecho de occidente (expansión de laUnión Europea del año 2004, promesa de integración en la OTAN tanto a Ucrania como a Georgia, etc.).
Polaridad en las relaciones internacionales
Este concepto se refiere a la distribución del poder dentro de un sistema internacional.
Básicamente hay tres modalidades de polarización de un sistema internacional: Unipolaridad, Bipolaridad, y Multipolaridad. Una cuarta clase, menos utilizada, se refiere a un esquema tripolar, o sea cuando claramente existen tres grandes focos o centros de poder.
La mayor parte de los teóricos en materia de relaciones internacionales, considera que la conformación y el funcionamiento de un sistema internacional, depende en grado sumo de cómo se distribuye el poder entre las distintas naciones líderes, así como de la efectiva influencia o hegemonía de cada uno de estos estados en una región en particular o a nivel internacional. 

Identificación de los centros de poder

Una de las dificultades para identificar o definir un centro de poder, radica en la caracterización y análisis del tipo de poder de que se trate. No existe consenso sobre qué modalidades de poder son más o menos importantes que otras, y cuáles son características esenciales de una superpotencia o de una potencia regional. No obstante, existe un relativo consenso de que el poder militar, el poder económico, y el poder político-diplomático, son determinantes cualquiera sea la jerarquización o clasificación que se adopte.
La discusión sobre este asunto, debe centrarse en lo que debe entenderse por poder, en cómo mensurar el poder de un determinado país, en el tipo de poder que se considera (real e inmediato, o potencial o diferido), en la jerarquización que se tiene en cuenta al evaluar las distintas categorías de poder, etc. Simplemente no hay consenso al respecto, pues las corrientes teóricas de las relaciones internacionales, de la geopolítica, y de los estudios estratégicos (planificación estratégica), no aportan soluciones definitorias.
Los centros regionales de poder son cualitativamente distintos de los polos de poder globales, no solamente en cuanto a diferencias económicas, o en cuanto alcance y tamaño, o en cuanto a un posible involucramiento militar, sino también porque la competición entre regiones, o entre ciudades, o entre provincias, es bastante diferente de la competición internacional o de la competición entre continentes.
La polaridad en el sistema internacional depende básicamente del número de centros con real e importante capacidad de actuación, con independencia de tiempo y lugar. Por cierto otros indicadores puede que sean también importantes, como por ejemplo, la capacidad de manejo de la energía nuclear, la capacidad de ataque o contra-ataque, la influencia en los organismos internacionales, la imagen-país y las cuestiones culturales, etc.

Creación del estado Israelí.

El estado de Israel (Medinat-Yisrael) inició su existencia en 1948, a los pocos meses de que la Asamblea General de las Naciones Unidas hubiera optado por la partición como única solución posible a las rivalidades árabe-judías en Palestina. Su creación fue el momento culminante de más de sesenta años de agitación sionista. Palestina, una gran parte del imperio otomano, quedó bajo control británico durante la primera guerra mundial y desde 1923 bajo la administración de Gran Bretaña por mandato de la Liga de Naciones. Los británicos ya habían prometido su ayuda a los judíos para el establecimiento de un hogar nacional en Palestina en la Declaración de Balfour (1917), con tal de que fueran respetados los derechos civiles y religiosos de las comunidades no judías allí existentes. El resentimiento de los árabes ante la creciente inmigración judía se había puesto ya de manifiesto en una clara rebelión, hasta el punto en que los británicos se vieron obligados a poner límites a una ulterior entrada de judíos. Tras la segunda guerra mundial, y en plena actividad terrorista judía y árabe, la situación se deterioró rápidamente y los británicos se vieron obligados a entregar su mandato.
SIONISMO
El sionismo dicta la creación de una entidad estatal para los judíos dispersos por el mundo. A pesar de ser un movimiento eminentemente laico, el sionismo vio en Palestina, tierra donde se fundó el judaísmo, el lugar ideal para realizar su proyecto nacional. Desde principios de siglo este movimiento propicio la instalación de judíos europeos en ese territorio todavía bajo administración otomana.
Este movimiento político fue establecido oficialmente por el periodista austro-húngaro Theodor Herzl a fines del siglo XIX.
El sionismo sostiene que los judíos son primordialmente un grupo nacional como los polacos o los alemanes y no un grupo religioso como los musulmanes o los católicos y que, como tal, tenía derecho a crear su propio Estado en su territorio histórico, considerando que con ello devolvía al pueblo judío su estatus de nación y pondría fin a dos milenios de vida en el exilio.
Los objetivos del sionismo son:
1.    La unidad del pueblo judío, su vínculo con su patria histórica (la Tierra de Israel) y la centralidad del Estado de Israel y Jerusalén su capital, en la vida del pueblo.
2.    Aliyá a Israel desde todos los países y su integración en la sociedad israelí.
3.    El fortalecimiento de Israel como Estado judío-sionista y democrático y su modelación como sociedad ejemplar, poseedora de un carácter moral y espiritual único, basada en el respeto mutuo del multifacético pueblo judío y en la visión profética que aspira a la paz y contribuye para la mejora del mundo.
4.    La garantía del futuro y distinción del pueblo judío a través de la promoción de la educación judía, hebrea y sionista, el cultivo de los valores culturales y espirituales judíos, y la institución de la lengua hebrea como su idioma nacional.
5.    El cultivo de la responsabilidad mutua judía, la defensa de los derechos de los judíos, tanto individuales como de nación, la representación de los intereses nacionales sionistas del pueblo judío y el combate a toda forma de expresión antisemita.
6.    La población del país como expresión práctica de la realización sionista.

RESOLUCIÓN DE LA ONU
El 29 de noviembre de 1947 la Asamblea General de las Naciones Unidas, reunida en Nueva York, aprobó la Resolución 181, la cual recomendaba un plan para resolver el conflicto entre judíos y árabes en la región de Palestina, que se encontraba en esos momentos bajo administración británica. El plan de la ONU proponía dividir la parte occidental del Mandato en dos Estados, uno judío y otro árabe, con un área, que incluía Jerusalén y Belén, bajo control internacional. La incapacidad del gobierno británico para llevar a cabo este plan, junto con la negativa de los países árabes de la región a aceptarlo, tuvo como consecuencia la guerra árabe-israelí de 1948. La partición fue aprobada gracias al apoyo de dos bloques antagonistas: el comunista y el democrático-occidental.
La Organización de las Naciones Unidas nombró un Comité Especial para Palestina con la misión de resolver la disputa entre judíos y árabes de Palestina, la UNSCOP, compuesto por representantes de once países. Para garantizar la neutralidad de este comité, se decidió que ninguna de las grandes potencias estuviera representada. Después de varios meses de auditorías y encuestas sobre la situación en Palestina, la UNSCOP emitió un informe oficial el 31 de agosto de 1947. La mayoría de los países de la comisión (Canadá, Checoslovaquia, Guatemala, Holanda, Perú, Suecia y Uruguay) recomendó la creación de dos estados separados, uno árabe y otro judío, con Jerusalén bajo administración internacional. Australia se abstuvo, y el resto de los países de la comisión (India, Irán y Yugoslavia) apoyó la creación de un único estado que incluyera ambos pueblos.
El 29 de noviembre de 1947, la Asamblea Plenaria de la ONU votó el plan de partición recomendado por la UNSCOP, siendo el resultado final de 33 votos a favor, 13 en contra y 10 abstenciones, a la vez que hizo ajustes en los límites propuestos entre los dos estados. La partición tendría efecto a partir de la retirada de los británicos. Apenas dos semanas después de aprobarse la resolución de la ONU, en una reunión pública celebrada el 17 de diciembre, la Liga Árabe aprobó otra resolución que rechazaba frontalmente la de la ONU y en la que advertía que, para evitar la ejecución del plan de partición, emplearía todos los medios a su alcance, incluyendo la intervención armada. La amenaza árabe, que finalmente cumplió, no tuvo ninguna respuesta por parte de Naciones Unidas.

PRIMERA GUERRA ARABE – ISRAELI
 Países implicados: Egipto, Irak, Líbano, Siria y Transjordania atacan a Israel.
Causa: Declaración universal de independencia de Israel el 14 de mayo de 1948.
La guerra árabe-israelí de 1948, también conocida por los israelíes como Guerra de la Independencia o Guerra de Liberación, fue el primero de una serie de conflictos armados que enfrentaron al Estado de Israel y a sus vecinos árabes, en lo que se conoce globalmente como el conflicto árabe-israelí.
Un día después de la creación del  estado israelí los países de la liga árabe (Egipto, Siria, Irak, Líbano, Transjordania) se vieron inconformes e iniciaron la invasión del territorio israelí y cinco ejércitos árabes invadieron las franjas de territorio asignadas a Israel con el objeto de destruir el naciente estado judío. Durante la lucha, según el mediador de la ONU en la zona, unos 472.000 árabes abandonaron sus hogares huyendo del peligro. Planeaban volver después de una victoria árabe y la destrucción del estado judío
En la guerra intermitente que tuvo lugar durante los siguientes 15 meses (con varias treguas promovidas por la ONU), Israel conquistó un 26% adicional del antiguo mandato británico, mientras que Transjordania y Egipto ocuparon la parte restante destinada por la ONU al Estado árabe-palestino: Egipto ocupó Gaza y Transjordania se anexionó Cisjordania y Jerusalén Este, refundando el país con el nombre de Jordania.
La guerra provocó miles de desplazados en ambos sentidos: árabes de la zona israelí fueron obligados a desplazarse a las vecinas Gaza y Cisjordania, y también a otros países árabes más alejados, dando origen al problema de los refugiados palestinos, que todavía hoy perdura. En la zona israelí quedaron 100.000 árabes, que adquirieron la nacionalidad  israelí y que, en general, gozaron de los derechos plenos de ciudadanía a partir de 1950.
LA CRISIS DE SUEZ
(1956)
En 1954, Gamal Abdel Nasser llega al poder en Egipto dando un giro espectacular a la política exterior del principal país árabe. Apoya la FLN argelino, propone una política de unidad árabe contra Israel y, tras participar en la Conferencia de Bandung se une al Movimiento de los Países No Alineados, jugando a la equidistancia entre el Este y el Oeste. La reacción norteamericana fue inmediata poniendo fin a las negociaciones que debían financiar la gran obra de la presa de Assuan en el Nilo.
La respuesta de Nasser no se hizo esperar: el 26 de julio de 1956 anunció la nacionalización del canal de Suez. Francia y Gran Bretaña, principales accionistas y beneficiarias del uso del canal deciden intervenir militarmente. Israel, inquieta ante las amenazas de Nasser decide ayudar en la intervención.
El 29 de octubre, Israel ataca la península del Sinaí que ocupa en pocos días. El 31 de octubre tropas franco-británicas inician los ataques que culminan con el control por parte de grupos de paracaidistas de Port-Said y el desembarco de tropas.
Esta acción de las dos antiguas potencias coloniales se encontró con la reacción inmediata de las dos superpotencias. El 5 de noviembre, la URSS amenaza a los agresores con represalias atómicas. Los EE.UU., que temen que el mundo árabe y todo el Tercer Mundo bascule hacia el bloque soviético, presionan a París y Londres para que cesen en su intervención.

LA GUERRA DE LOS SEIS DÍAS
En 1967 el líder egipcio Nasser pidió a Naciones Unidas que retirara a los cascos azules de Gaza, el Sinaí, y de las islas de Tiran y Sanafir (a la entrada del Golfo de Eilat-Aqaba), pedido el cual Naciones Unidas, en ese entonces presididas por U Thant, accedió sorprendentemente. Egipto movilizó 80.000 soldados en el Sinaí y ocupó las islas del golfo de Aqaba el 22 de mayo. Esto volvió a poner en peligro la salida de los barcos israelíes al mar Rojo, y fue considerado una provocación para el gobierno israelí. En ese mismo mes, Egipto, Siria e Iraq firmaron un pacto de defensa mutua. El 5 de junio de 1967, ante la negativa egipcia de desbloquear el golfo de Aqaba, y ante la nueva realidad estratégica, Israel bombardeó la aviación egipcia situada en la península del Sinaí previendo un inminente ataque árabe, comenzando de esta forma la guerra de los Seis Días.
En los seis días que duró la guerra, Israel conquistó la Franja de Gaza, Cisjordania, Jerusalén Este, la península del Sinaí y los Altos del Golán (Siria).
La oleada palestina de refugiados fue de unas 300.000 personas, de los que casi un tercio eran refugiados por segunda vez. La mayoría se exilió en Líbano, Jordania, Siria y los estados del golfo Pérsico. En 1967 Naciones Unidas proclamó la resolución 242 por la que urgía a Israel a retirar su ejército de los territorios ocupados durante la guerra de los Seis Días. Sin embargo, Israel incentivó asentamientos de judíos en los territorios ocupados.
El texto de la resolución es ambiguo en cuanto a si exige a Israel una retirada de todos los Territorios Ocupados en la guerra  o de parte de los territorios La resolución también llama al mutuo reconocimiento de los Estados y al respeto del derecho a existir dentro de fronteras seguras e internacionalmente reconocidas, elemento que la dirigencia palestina ignoró hasta el año 1988.
La resolución también declara la necesidad de garantizar la libre navegación sobre aguas internacionales en la zona (uno de los elementos desencadenantes de la guerra) y la justa resolución del problema de los refugiados, sin especificar el significado del término “justa resolución” y sin limitar su extensión a los refugiados palestinos solamente.

GUERRA DEL YOM KIPUR
La Guerra del Yom Kipur, fue un conflicto armado entre Israel y los países árabes de Egipto y Siria, que tuvo lugar durante octubre de 1973. Egipto y Siria iniciaron el conflicto para recuperar los territorios que Israel ocupaba desde la guerra de los Seis Días de 1967. Ambas partes sufrieron graves pérdidas, aunque Israel mantuvo los territorios conquistados.
El 6 de octubre de 1973, día del Yom Kipur, fiesta judía, Egipto y Siria lanzaron su ataque contra Israel. La fecha había sido escogida con cuidado ya que la mayoría de la población israelí estaba en sus casas o de festejos. El Ejército egipcio cruzó rápidamente el canal de Suez superando rápidamente las defensas judías. Dada la escasa movilidad del invasor, se optó por ocupar una franja del Sinaí y fortificar posiciones. Al mismo tiempo, las fuerzas sirias avanzaron en los Altos del Golán.
Superado el impacto del golpe militar y el alto número de bajas, a mediados de octubre Israel había movilizado a sus tropas y había lanzado una serie de contraataques en ambos frentes. Desplazó a los sirios de los Altos del Golán, al mismo tiempo, avanzaba en la contraofensiva del Sinaí, haciendo retroceder a los egipcios más allá de sus fronteras y cruzando el canal de Suez, situando unidades blindadas a 40 kilómetros de El Cairo.
Tras la resolución de la ONU de 22 de octubre, se llegó a un alto el fuego el día 25. Egipto comenzó por alejarse de las tesis soviéticas y acercarse a Estados Unidos. Siria mantuvo sus posiciones de vinculación con la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Ambas partes se consideraron vencedoras.



Independencia de India.
La primera guerra de independencia se produjo en 1857 y el detonante fue el uso de grasa de cerdo o vaca en los cartuchos de los rifles. Como tenían que morderlos en los extremos para usarlos, los soldados indios lo consideraron una ofensa contra sus creencias, pues el simple contacto con la grasa les hacía intocables para su gente, lo que motivó que varios regimientos se rebelaran contra los británicos, quienes les dominaron sin dificultad, tras lo que se decidió que para administrar mejor el territorio, la India sería gobernada directamente por la Corona británica, representada por un virrey, y aunque la reina Victoria prometió a los indios el mismo trato que a los ingleses, en la práctica continuaron teniendo un estatus inferior.

Los siguientes años se caracterizaron por manifestaciones independentistas y la emersión de líderes que alentarían el orgullo y el patriotismo indio, como Rabindranath Tagore, considerado filósofo. En 1885 un grupo de intelectuales indios se unió para formar el Partido Nacionalista del Congreso, que aunque 5 años después habría conseguido logros importantes no pudieron atraer a las masas musulmanas (el Islam es la segunda religión más importante de la India después del hinduismo) quienes formaron la Liga Musulmana, una de cuyas demandas era la partición de la India para tener un estado musulmán independiente.
A pesar de que los sentimientos antibritánicos crecían, en la I Guerra Mundial la India apoyó a Gran Bretaña con un ejército de más de un millón de soldados, pero las numerosas bajas y los graves problemas económicos hicieron surgir todavía más fuerte el sentimiento nacionalista y aunque los británicos les ofrecieron la titularidad de los Ministerios menos importantes y la promesa de una autonomía gradual, una impopular ley de 1919 supuso un nuevo paso hacia atrás.
Esta ley, aprobada para investigar la existencia de una posible conspiración, contemplaba medidas como el poder del virrey para controlar a la prensa, detenciones sin orden judicial y prohibición del derecho de reunión. En aquellos años Gandhi, joven abogado, hoy referente del anarquismo pacifista, había viajado a la Sudáfrica del Apartheid para defender los derechos de los trabajadores indios ante el abuso de los patrones, para lo que hizo uso de la resistencia pacífica y la desobediencia civil, con medidas como no pagar impuestos, manifestaciones y huelgas, sin usar la violencia ni las armas y aunque miles de indios fueron azotados, fusilados y encarcelados logró que se aboliera esa legislación racista.

A la vuelta a su país abandonó la vestimenta occidental, adoptó la autóctona y continuó con sus ideas como arma más efectiva contra la injusticia. Su simplicidad cautivó a millones de indios, quienes le empezaron a llamar Mahatma o “Alma Grande”. Cuando en 1939 Gran Bretaña declaró la entrada de la India en la II Guerra Mundial sin consultarles siquiera, millones más de indios se unieron a Gandhi, y entre su obstinada resistencia y las preocupaciones por tan catastrófica contienda Gran Bretaña acabaría replegándose a las demandas indias, liberando a todos los presos políticos y concediéndoles la independencia en 1947.

La emancipación supuso la división de la India en Pakistán al oeste, Bangladesh al este como región dependiente de ella (ambas musulmanas) y la India en medio (hindú), aunque la discriminación y el abandono económico provocarían la autonomía de Bangladesh como nación en 1971. Seis meses después de lograda la independencia, Gandhi fue asesinado por un fanático hindú que le responsabilizaba erróneamente de la partición de la India, aunque nunca estuvo a favor.

Sus últimos años se supo que tenía como costumbre compartir la cama con niñas desnudas, como prueba de autocontrol sobre su celibato, experimentos que nos resultan repulsivos aunque todas sus acciones, como la dieta a base de vegetales crudos, estaban enmarcadas en una compleja filosofía. Hoy día la India es una nación con un gran potencial de desarrollo. Los economistas predicen que al ritmo actual de crecimiento en 2050 será la tercera economía del mundo, por detrás de EEUU y China, pero eso no significa calidad de vida pues tiene la mayor concentración de personas pobres del planeta.


Guerra de corea.

La península de Corea, posesión japonesa, había sido ocupada por la URSS y EE.UU. en 1945 tomando como línea de división el paralelo 38º. El estallido de la guerra fría tuvo como resultado la partición de este país en dos estados: Corea del Norte, donde en 1948 se estableció una "república popular", es decir, una dictadura comunista dirigida por Kim Il Sung; y Corea del Sur, donde ese mismo año Syngman Rhee estableció una férrea dictadura pro-norteamericana.
El triunfo de la revolución comunista en China el 1 de octubre de 1949 alteró completamente el equilibrio geoestratégico de Asia. Stalin, que venía de sufrir serios reveses en Europa (fracaso del bloqueo de Berlín o el cisma yugoslavo), no pudo resistir la tentación de recuperar terreno en Asia y dio su acuerdo a un ataque norcoreano a Corea del Sur.
Así, el 25 de junio de 1950, las tropas de Kim Il Sung atravesaron el paralelo 38º y avanzaron triunfalmente hacia el sur. El régimen surcoreano apenas pudo mantener un pequeño territorio en torno a Pusan.
La reacción norteamericana, para la sorpresa de Stalin, fue inmediata. Washingto pidió la convocatoria del Consejo de Seguridad de la ONU y consiguió un mandato para ponerse al frente de un ejército que hiciera frente a la agresión norcoreana. La ausencia del delegado soviético, que había rechazado asistir a las reuniones del Consejo como protesta por la negativa norteamericana de aceptar a la China Popular en el él, propició esta resolución.
Las tropas multinacionales de la ONU, en la práctica el ejército norteamericano al mando del general MacArthur, recuperaron rápidamente el terreno perdido y el 19 de octubre tomaron Pyongyang, la capital de Corea del Norte.
Tres días antes, el 16 de octubre, tropas chinas con masivo apoyo militar soviético penetraron en Corea haciendo recular al ejército norteamericano. El 4 de enero de 1951, las tropas comunistas retomaron Seul.
En ese momento, MacArthur propuso el bombardeo atómico del norte de China. Tanto el presidente Truman como la mayoría del Congreso reaccionaron alarmados ante una reacción que podía llevar al enfrentamiento nuclear con la URSS. En un enfrentamiento cada vez más abierto, Truman destituyó a MacArthur entre las protestas de la derecha republicano y lo sustituyó por el general Ridgway.
La URSS por su parte manifestó su intención de no intervenir en el conflicto y su deseo de que coexistieran dos sistemas diferentes en la península. El "empate militar" llevó a la apertura de negociaciones que concluirán el julio de 1953, poco después de la muerte de Stalin, con la firma del Armisticio en Panmunjong. En él se acordó una nueva línea de demarcación que serpentea en torno al paralelo 38º.
La pervivencia del régimen comunista norcoreano ha hecho que esta "frontera de la guerra fría" haya sido la única que ha pervivido hasta el siglo XXI.

Crisis de los misiles.
Cuba había sido un país estrechamente ligado a los intereses norteamericanos desde su independencia de España en 1898. La revolución de Fidel Castro en 1959, que en un principio no se definía como comunista pero que tenía una clara orientación nacionalista, comenzó a tomar medidas que lesionaban los intereses estadounidenses. La reacción de Washington fue inmediata: ruptura de relaciones en 1961, imposición de un bloqueo económico, excluyó a Cuba de la OEA (Organización de Estados Americanos) y organizó, mediante operaciones secretas de la CIA, una fallida invasión de emigrados anticastristas en Bahía de Cochinos o Playa Girón en abril de 1961.
En ese contexto, el régimen de Fidel Castro viró hacia el alineamiento con el bloque soviético y el establecimiento de una dictadura comunista en la isla.
En octubre de 1962, aviones espías norteamericanos U2 detectaron la construcción de rampas de misiles y la presencia de tropas soviéticas. El 22 de octubre, con el apoyo claro de sus aliados occidentales, Kennedy toma una medida de gran dureza: establece una "cuarentena defensiva", es decir, un bloqueo de la isla, desplegando unidades navales y aviones de combate en torno a Cuba. Si los navíos soviéticos intentaran forzar el bloqueo, el conflicto armado entre los dos superpotencias estaba servido.
Fue el momento de la guerra fría en que más cerca se estuvo del enfrentamiento directo entre la URSS y EEUU y de la hecatombe nuclear. Finalmente, tras negociaciones secretas, Kruschev lanza una propuesta aceptada por Kennedy: la URSS retiraría sus misiles de Cuba a cambio del compromiso norteamericano de no invadir la isla y de la retirada de los misiles Júpiter que EE.UU. tenía desplegados en Turquía.
El mes siguiente la URSS desmonta y repatría su material bélico ofensivo y EE.UU. levanta el bloqueo.
La rápida solución de la crisis muestra la eficacia de la estrategia de la disuasión (la amenaza del holocausto nuclear frena el aventurerismo de las potencias) y la importancia del diálogo ente las dos superpotencias. En ese momento se instala una comunicación directa entre la Casa Blanca y el Kremlin para mejor desactivar cualquier crisis o malentendido: el "teléfono rojo".
Tras la crisis de Cuba, la coexistencia pacífica toma plenamente carta de realidad. La coexistencia entre los bloques se compatibiliza con la cohesión interna en ellos. Por un lado, Macmillan y De Gaulle no dudan en apoyar incondicionalmente a Kennedy; por otro, la Cuba de Castro se convierte en un fiel aliado de Moscú a cuyos intereses expansionistas va a  servir en los años setenta enviando cuerpos militares expedicionarios a Angola, Mozambique o Etiopía.


Carrera Espacial.

La astronaútica científica nació con las conferencias y publicaciones del alemán Ganswindt (1890) y del ruso Ziolkowsky "Un cohete en el espacio" (1903), así como las del francés Esnault Peltiere (1909-1911).

En la Segunda Guerra Mundial, misiles alemanes caían sobre Inglaterra. Eran los V-1 y V-2 (Wernher von Braun, 1944). Su objetivo estaba a cientos de kilómetros de su base de lanzamiento tras elevarse a más de 80 km. Disponían de motores cohetes de alcohol y oxígeno líquido. Cuando en 1945 finaliza la contienda, científicos alemanes emigran a Estados Unidos, la URSS se lleva misiles completos y la carrera por dominar los cielos comienza.
El 4 de octubre de 1957, el misil balístico intercontinental R-7, rediseñado para transportar un satélite en su interior, es lanzado por la URSS. Cargaba con el Sputnik I, de 84 kg. Por primera vez se transnmitían señales de una emisora de radio desde el espacio. El 3 de noviembre de ese mismo año el Sputnik II se colocó en órbita. En él viajaba la perra Laika. El 4 de enero y el 13 de junio de 1958, ambos ingenios caían sobre la Tierra. Su órbita aún estaba a una altura donde existían vestigios de nuestra atmósfera. Mejor suerte correrían las perras Strelka y Belka, que a bordo del quinto satélite de la serie, fueron recuperadas vivas tras dar 18 vueltas a la Tierra y alcanzar los 450 km de altura. El décimo y último de la serie fue lanzado el 25 de marzo de 1961. 
Estados Unidos no permaneció impasible. El Explorer I fue lanzado el 31 de enero de 1958 y pesaba 14 kg. También en 1958 se crea la agencia civil Administración Nacional de Aeronaútica y del Espacio: la NASA. El 13 de diciembre de 1958, los estadounidenses envían el proyectil Júpiter con el mono Gordo como tripulante. Murió tras hundirse la cápsula en el mar. EEUU quería adelantarse definitivamente a la URSS en la conquista del espacio: la NASA anuncia al mundo su intención de ser los primeros en enviar un hombre al espacio. No lo conseguirían.
El 12 de abril de 1961, Yuri Gagarin, a bordo de un Vostok, da una vuelta completa a la Tierra en 1h48m, mientras escuchaba a Tchaikovski. Ese mismo año, su camarada Titov superaba su hazaña al dar diecisiete vueltas al globo, volviendo sano y salvo. Alan Shepard, comandante norteamericano, entró en órbita tres semanas y media después que Gagarin. Una vez más, EEUU daba el segundo paso. Kennedy asegura que pongrán a un norteamericano en la Luna antes de final de la década de los 60. 
La Luna se vislumbra como objetivo fundamental. Los primeros contactos los establecen los soviéticos, cuando el 12 de septiembre de 1959, el Lunik II hace impacto visible sobre ella. El 4 de octubre del mismo año, el Lunik III fotografió la cara oculta de la Luna y retransmitió a la Tierra, al volver a sus proximidades, la fotografía. Los soviéticos volvían a tomar la delantera. El 12 de octubre de 1964, la nave espacial rusa Vosjod 1 colocó a tres hombres en órbita durante veinticuatro horas, algo histórico. La Vosjod 2, lanzada cinco meses después, marcó otro hito: el primer paseo espacial, una EVA (actividad extravehicular-paseo espacial) a cargo del  cosmonauta Alexei Leonov. Paralelamente, EEUU lanzaba los Ranger y Surveyor. Con el objetivo de alunizar antes del final de la década acometieron el programa Gemini, experientando con acoplamientos y EVAs.
Los primeros pasos ya se habían dado. Se pasa al programa Apolo y tras sucesivas aproximaciones y estancias mayores en el espacio, finalmente el 16 de julio de 1969 el Apolo XI (sobre el Saturno V) llevaría a cabo el reto. Después de cinco días en el espacio, Neil Armstrong y Buzz Aldrin alunizaban en el Mar de la Tranquilidad, a bordo del Eagle. Michael Collins se quedaría en el módulo de mando. Esta vez un norteamericano pisaba por primera vez la Luna y los lanzamientos y alunizajes de los Luna soviéticos quedan ensombrecidos ante semejante hito. 
Tras estos logros la nueva carrera se centró en la exploración de los planetas mediante sondas espaciales. Se inició con Pioneer V (11-3-60) que los estadounidenses lanzan sobre Venus. La cápsula del Venera-4 (URSS 12-6-67) aterriza sobre Venus. El Mariner-10 (EEUU 3-11-73) fotografía Mercurio. Marte será explorado por la serie de sondas Mars soviéticas y Mariner estadounidenses. Los Pioneer y Voyager se dirigirán hacia Júpiter, Saturno o Urano. EEUU reafirma su liderazgo, como lo demuestra el Sojourner, robot móvil que explora la superficie marciana.
Son las estaciones espaciales donde los soviéticos han alcanzado grandes logros, con sus proyectos Soyuz y MIR, cotas a las que no llegó la estación Skylab americana.
Tras la caída de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y lo abicioso de los nuevos proyectos espaciales, se abre una nueva etapa de cooperación internacional entre países.

Apartheid



Este término significa en Afrikaans, variante sudafricana del holandés, separación. Apareció oficialmente en Sudáfrica en 1944 y sirve para designar la política de segregación racial y de organización territorial aplicada de forma sistemática en África del Sur, un estado multiracial, hasta 1990.
El objetivo del apartheid era separar las razas en el terreno jurídico (Blancos, asiáticos, Mestizos o Coloured, Bantúes o Negros), estableciendo una jerarquía en la que la raza blanca dominaba al resto (Population Registration Act) y en el plano geográfico mediante la creación forzada de territorios reservados: los Bantustanes (Group Areas Act).
En 1959, con el Self Government Act el apartheid alcanzó su plenitud cuando la población negra quedó relegada a pequeños territorios marginales y autónomos y privada de la ciudadanía sudafricana.
Hasta ese momento, Sudáfrica con sus importantes riquezas mineras y su situación geoestratégica se había alineado con el bloque occidental. Sin embargo, el sistema racista hizo que, en un momento en que se desarrollaba la descolonización, las presiones de la comunidad internacional se acrecentaran contra el gobierno de Pretoria.
En 1960 fue excluida de la Commonwealth. En la ONU se planteó la demanda de sanciones. En 1972, Sudáfrica quedó excluida de los Juegos Olímpicos de Munich ante la amenaza de boicot general de los países africanos. Finalmente en 1977, el régimen sudafricano fue oficialmente condenado por la comunidad occidental y sometida a un embargo de armas y material militar, y en 1985, el Consejo de Seguridad de la ONU llamó a los estados miembros a adoptar sanciones económicas.
En todas estas condenas internacionales hubo una cierta hipocresía. En el marco de la guerra fría el régimen racista fue visto por Europa y los Estados Unidos como un muro de contención a la expansión del comunismo en África. Moscú, por el contrario, animó la lucha contra el apartheid armando a Angola y Mozambique, países cuyos gobiernos pro-soviéticos se enfrentaban a guerrillas subvencionadas por Occidente y apoyadas por Sudáfrica. En el marco de ese conflicto, el ejército surafricano hizo diversas incursiones en el territorio de sus países vecinos.
El fin de la guerra fría precipitó el fin del apartheid. El presidente Frédérik de Klerk, tras diversas negociaciones con los representantes de las comunidades étnicas del país, puso fin al régimen racista en junio de 1991. En adelante la población negra recuperó sus derechos civiles y políticos.

El proceso culminó con la llegada Nelson Mandela, mítico militante anti-apartheid que había pasado veintisiete años en la cárcel, a la presidencia de la República de Sudáfrica.






















No hay comentarios:

Publicar un comentario